Los medidores de flujo operan de acuerdo a diferentes principios de medición. Y estos pueden ser clasificados en 4 diferentes categorías:

  1. Medidores de flujo de partes móviles húmedas (como de desplazamiento positivo, turbina y de area variable). Se les llama así, porque estos medidores utilizan partes móviles maquinadas, de alta tolerancia, que están en contacto con el fluido y determinan el desempeño del medidor. Estas partes están desgaste mecánico, por lo que estos medidores son prácticos principalmente para fluidos limpios.

  2. Medidores de flujo con partes no-móviles húmedas (como vortex, de presión diferencial y térmicos). En estos la ausencia de partes móviles les da una ventaja. Sin embargo pueden ser dañados por desgaste excesivo, tubería de impulsos y suciedad excesiva en el fluido.

  3. Medidores de flujo sin obstrucciones (como coriolis y magnéticos). Estos medidores permiten al fluido pasar sin perturbaciones y por lo tanto mantener el desempeño cuando se manejan fluidos sucios o abrasivos.

  4. Medidores de flujo con sensores montados externamente (como ultrasónicos de abrazadera). Estos medidores no ofrecen obstrucción al fluido y no tienen partes húmedas, es decir que no hay contacto con el fluido. Sin embargo, sus limitaciones no permiten que sean usados en todas las aplicaciones.

También se pueden clasificar en 4 diferentes tipos:

  1. Volumétricos, como los medidores de desplazamiento positivo. Estos miden el volumen directamente.

  2. De Velocidad, como los medidores magnéticos, de turbina o ultrasónicos. Estos determinan el flujo total multiplicando la velocidad por el area por la que el fluido atraviesa.

  3. De inferencia, como los de presión diferencial y de area variable. Estos medidores infieren el flujo por algunas otras características físicas como la presión diferencial y correlacionarla experimentalmente con el flujo.

  4. Masa, como los medidores de masa coriolis. Estos medidores miden la masa directamente.